lunes, noviembre 27, 2006

El Experimento Tres E.P.'s



En una época, hace muchísimo tiempo, Freaky Trigger tenía una sección que se llamaba “C-90 Go!” y que consistía en lo siguiente: una serie de artículos sobre mixtapes de música, escritos en el tiempo que tomaba escuchar ese cassette (o CD). Luego, el escritor tenía libertad para editarlo en cuanto a gramática, fluidez, sentido y precisión con los datos, pero no podía agregarle nada de sustancia. Esa era la única regla. Cada uno podía escribir cuanto quisiese de las canciones que quisiese en el disco y de la manera que mejor le parezca.
Siempre me pareció una idea fascinante, al menos como ejercicio de escritura y de escucha, ya que hay muchas cosas que uno capta en el momento mismo de escuchar algo y que luego pierde en la evocación. Seria como una foto lo mas precisa posible de tus respuestas a la música.
Y luego me encontré pensando que hay una banda a la que siempre retorno: The Beta Band, que cada vez que vuelvo a ella me parecen aun mas geniales y que “The Three E.P’s” es uno de los primeros discos que me apropie como un clásico no porque haya leído mucho sobre su leyenda o por su estatus ya mítico sino por la sobre – exposición obsesiva al mismo. Aun hoy me parece un disco perfecto y no puedo cansarme de escucharlo. Es un poco como observar un diamante en bruto desde todos los ángulos, temer su perfección y guardarlo para no quedar ciego.
La idea surgió del choque de estos dos estímulos: un disco perfecto y el recuerdo difuso de esa sección y gravitó en la parte trasera de mi cerebro durante meses. Esto esta escrito durante la escucha y esta editado minimamente. Siempre es buena cualquier excusa para volver a tragarse entero el “Three E.P.’s” y agradecer a Dios su existencia.



01. Dry The Rain: esta canción tiene casi 10 años y sigue siéndolo todo. Es casi como si en 1998 hubiese existido una especie de dimensión alternativa donde el LSD todavía circulaba como agua y se veneraba a Rocky Erikson, Syd Barret, Arthur Brown, donde habitaban bandas como The Beta Band y Neutral Milk Hotel. Que lindo hubiese sido vivir en ese país imaginario, que poco quedó de él. Pero a la vez la Beta Band tenía beats, lo cual la hermana a mucho de los experimentos electrónicos del período.
La entrada del estribillo es magistral, es el momento en que dan ganas de bailar angustiado, un baile verdaderamente catártico, no un baile de celebración. Que linda forma de melancolía que practicaba la Beta Band.
La inclusión de trompetas hace que este tema sea perfecto. La esperanza, eso son las trompetas. Que forma de levantar, ya es una canción de pista de baile!. Esta es la definición de hit mundial!.
Y logran construir esa euforia natural en contraste con una letra que habla de pastillas y depresión. De pronto son una banda de gospel y los padres espirituales de The Polyphonic Spree (y también demuestra que le deben mucho a los Beatles más psicodélicos).
Fin a toda orquesta.

02. I Know: Oh. Siempre sentí que esta canción era muy depresiva luego del éxtasis de Dry The Rain. Las primeras veces la pasaba de largo. Pero luego comencé a escuchar mucho más el disco y me di cuenta de la tremenda base funky que contiene.
Pero, otra vez, es un caramelo de arsénico, por que debajo de esa base funky hip hopera las letras son extrañeza y abatimiento por sobre todas las cosas. Y el punteo de guitarra es medio bluesero, lo cual tiene mucho sentido.
Un respiro, menos anthemica que Dry The Rain pero igualmente rica en su sutileza. Fin de castañuelas.

03. B + A: aquí me encanta siempre detenerme aquí porque el disco se pone muy abstracto pero muy bailable (de una manera minimalista).
B+A es como lo que intentaba hacer Radiohead en Kid A, pero grabado en antidepresivos y hongos y con la banda firmemente perdida en el bosque.
Y de pronto se vuelve una canción de rock. Parece una parodia de Mogwai. Quizás sea una canción de broma. Quizás realmente están parodiando a Mogwai. O a Radiohead. De cualquier modo, la Banda Beta era uno de esos grupos que si jugaban bromas, solo las entendían ellos y, de hecho, no les importaba que el mundo no las captase. En ese sentido siempre fueron zeroes.
Igual, volviendo a la música, de pronto logra otro de esos puntos épicos de la Beta Band, con tambores, una voz deforme, guitarras totalmente colgadas y desciende, desciende, desaparece. Fin de punteo.

04. Dog’s Got A Bone: vuelve el pop y la melodía!. Y quizás me de cuenta que me cuesta menos escribir sobre estas canciones.
Ese comienzo con el ¿acordeón? es magnifico. Primeras horas de la mañana, sentados en un porche en medio del Mississipi, la Beta Band se divierte tocando el banjo. Siempre sentí que era la primera canción expresamente feliz del disco.
La letra me confunde, igual, la analogía con el perro que tiene un hueso me hace pensar que la canta desde el punto de vista de haber logrado algo, de un lugar un poco mas feliz, pero todo el resto de los versos son bastantes tristes (otra vez ese engaño!). Igual son cantados, por primera vez, con una convicción o con un acompañamiento mucho más optimista, que quizás obscurece aun mas a la canción y la vuelve mas atractiva.
¿Podría ser esta una canción de fogón en un pueblo de niños criados comiendo hongos, leyendo Hans Christian Andersen y comics de Marvel de los 60?.
En otro orden de cosas: que bien le salían los finales a toda pompa a esta banda, la banda con mejores finales épico – decadentes de los 90. Fin de tambores.



05. Inner Meet Me: pasamos al segundo ep “The Patty Patty Sound”. El anterior siempre es considerado más cancionero que este. Pero, para mí, Inner Meet Me era como el quinto tema perfecto de “Champion Sounds”. Comienza con un sampleo de voz repetitivo y ruiditos de fondo similares a lanzamientos de cohetes y luego entra la guitarra y de pronto uno tiene la sensación de que se viene algo grueso. Y arranca con lo más parecido a folktronica que existió alguna vez (como canta Steve Mason, parece tener la lengua adormecida por inyecciones de heroína).
Leo la letra por primera vez y la primera frase (“last night i dreamt somebody feel asleep between my knees”) me da una gracia enorme y no se muy bien porque. Se me antoja una imagen ridícula, alguien durmiéndose entre tus rodillas. Por otro lado, la frase “never dream alone” que canta Mason como suerte de invocación es increíble por la manera en que evoca una imagen de soledad de una forma totalmente sutil, casi sin decirlo. Hasta podían acuñar grandes frases.
Y todo culmina como la banda de sonido del hundimiento de un gran submarino, bajo capas y capas de agua y reverb. Fin ahogado.

06. The House Song: increíble, increíble, increíble. Yo me imagino a la Hermandad de Dada bailando con esta canción, que sale de un equipo de música antiguo o de juguete o las dos cosas.
Me encantó siempre el gran sampleo de “Put it in your pocket for a rainy day /Sing your song and you know you're wrong now” y la línea de “I don’t know why I can’t think of a line” me parecía enormemente humorística de una manera totalmente torcida. Y en un momento te das cuenta que realmente esto es lo que la Beta Band entendía por una canción house. Los Beta Band eran demasiado raros para volverse famosos, aunque por dios, esta canción debería pasarse en una fiesta cuanto antes. Tiene palmas, tiene scratches, tiene cencerros antes de que James Murphy los pusiese de moda de nuevo. Si, esto es seguramente lo que los chiflados estos querían bailar en una fiesta. Porque es hipnótica y nada es mejor que la música hipnótica para bailar, aun cuando sea demasiado morosa para sostener un beat.
Y luego se dedican a sabotearla introduciendo ruidos aliens. Se transforma una lucha entre el ruido y el beat y triunfa el beat (que acabo de descubrir tiene muchísimo que ver con algo como Liquid Liquid o ESG, que capos eran!). Fin de ruido vengativo (y beat tribal).

07. Monolith: bueno, voy a hacerme un café y vuelvo.
El cuelgue fantabuloso del disco. Que hijos de puta, como van a comenzar tan caribeños, tan hawaianos. Es todo una mentira!. No dura ni un minuto. Después vuelve, pero hay ruidos de voces y pajaritos y aquí uno se da cuenta (si no vio la información y la duración) que en esta canción se dedican a freakear. Igual esta parte tiene una extraña cohesión hecha de elementos disonantes que logran equilibrio a partir de superponerse unos a otros. Fantásticos climas, el disco perfecto para viajar. El rappeo mogólico del fondo es lo máximo. Comienzan a construir algo similar a una canción. Hasta tiene batería y el “uuuuuuuuuummmm” parece ser alguien cantando a propósito. Que bien equilibraban la improvisación y la formación de melodías, por dios! ¿Porque no salio toda una nueva psicodelia de acá?
Muere y amenaza con renacer como una canción completamente diferente. De pronto es un neo country espiritual. Por un minuto nomás. Vuelve a una suerte de hip hop y luego entra de nuevo la guitarra. Y el mejor sampler del disco!! el gatito que maúlla muy fuerte!. Que genial, parece un instrumento.
De lo que te das cuenta aquí es que va por el minuto nueve, acaba de deambular por millones de lugares y sigue siendo la misma unidad, realmente es monolítica y se sienta en medio del disco como una especie de roca eterna. Y otra pregunta: ¿Cómo hicieron para sacar tres ep’s y que juntos suenen como un disco homogéneo y con sentido, absolutamente genial? ¿Había un plan maestro?
Ja, se autosamplean y hacen mierda "Dry The Rain". “No nos importa ni nuestra propia música”. El gatito deja paso a un perro agresivo y a ruidos que parecen scratches del infierno. Y a ruidos percusivos que asemejan un niño tocando cacerolas. Y entra de nuevo el “ummmm” y todo coagula una vez más. Al principio parece el hip hop que harían los Residents y después se vuelve más luminoso con el teclado y el sampleo de pajaritos. No contentos con eso, continúan un rato mas dándole a diversos artefactos. Magnifico!. Fin de catedral.

08. She’s The One: que no se toma nada de tiempo demostrando que no se habían olvidado de las canciones. Que bueno el banjo (espero que sea eso) que le da el toque hillbilly.
Creo que es la canción que nunca me anime a poner en un mixtape, a pesar de que es perfecta. De pronto estas escuchando una canción pop de la concha de su madre y no sabes como llegaste aquí!. Otra vez: el disco perfecto para viajar.
Por otro lado, realmente es una canción de amor preciosa. Por momentos suena completamente optimista y luego uno siente que en realidad, mas que optimista es obsesiva y desesperada.
No contentos con habernos llevado a ese punto, la canción comienza a construir un segundo clímax. Los muy guachos usan voces de ardillitas para construir un clímax, son lo máximo. Juegan bien, golean, gustan al público, son groseros en su manejo musical.
Y de pronto me doy cuenta que la letra es una combinación de frases muy muy oscuras, de referencias a lagartos, comadrejas, pollos en tus ojos, pedazos de pastel y “she’s the one for me” repetido obsesivamente. Quizás por eso nunca lo puse en un mixtape. 8 minutos que parecen dos. Vuelve el banjo y todo termina como se acaba la lluvia. Fin de pasto mojado



09. Push It Out: tercer ep, mi título favorito, “Los Amigos del Beta Bandidos”. Pero parece que grabaron “She’s the One”, se fueron a tomar un té y volvieron a grabar esta vestidos con los mismos sacos. Las palmas lo vuelven funky y de pronto estamos escuchando una banda que podría tocar en bar de mala muerte lleno de humo. Hasta que pierden el groove de nuevo. Bajan muchísimo y entra la letra que mejor expresa la confusión y la angustia de la historia: “I wanna beat ya wanna hug ya wanna hold ya to me”. Al mismo tiempo, admoniciones para expulsarlo, guitarras balsámicas. Es tristemente hermoso. Fin catártico (más que nunca!).

10. It’s Over: aquí la Beta parece no querer tomárselo en serio, asemejan imaginarse como polvorientos cowboys en lugares inhóspitos, sin ninguna esperanza de encontrar nadie en medio de la inmensidad y sujetos a las adversidades más ridículas.
La letra parece, a primera vista, sin sentido, juguetona. Hasta que abandonan casi todo instrumento, queda la voz despojada, con coros debajo y la letra se vuelve medio paranoica: “I thought an eagle was seeing thru my eyes/ I thought everybody turning into spies/ Reassures the only aim of my life/ Please reassure me that I'm doing alright”. Fin desesperanzado, broma desarmada en la mitad, otro engaño. Y otra canción corta.

11. Dr. Baker: solo voz con mucho reverb (parece que canta dentro de una catedral abandonada), todo para sonar más fuerte y más ansiosa y más desesperada. Un poco de teclado y eso es todo.
Ahh, luego de una freakeada entra un teclado que parece la banda de sonido de una serie de hospitales!. Perfecto. La repetición maniática de frases hasta el punto de mezclar las palabras logra comunicar la miseria absoluta, la tristeza. Estos hijos de puta (¿o quizás solo Mason?) parecían estar realmente mal de a ratos. Y otros días eran la banda más graciosa del universo.
Que pocos recursos, casi un a capella. Esa voz no necesita nada mas, a Mason se le estaba desgarrando el estomago ese día. Final de campanillas, de espera para quimioterapia.

12. Needles In My Eyes: y a esto es a lo que me refiero con estructura: uno de los mejores finales de disco de la historia. Realmente una canción gospel para el año 98. O 2006.
Yo quise poner esta canción en una fiesta en la que estaba enormemente ebrio y cantando todas las canciones a grito pelado. Me pareció que no quería gritar nada más que esto. El estribillo es todo lo que uno puede esperar de un estribillo. Hermoso, ganchero. Que gran teclado angelical, por dios, que grandes guitarras pegajosas pero psicóticas y enclenques!.
Y claro, si tiene la letra mas expresamente positiva y “nada me va a detener en el mundo” de todo el disco. “Las agujas en mis ojos no me van a paralizar esta noche”.
Una vez me pasó de llegar a mi casa con este disco en el discman y que justo entrase esta canción en el último tramo en colectivo. Llegue, por una vez, del mejor humor del mundo. Final mañanero, campestre, sedante, feliz.